En 2021, Chile registró un estimado de 200 millones de toneladas métricas de reservas de cobre, lo que representó 23% de las reservas mundiales, y produjo 5,600 millones de toneladas métricas de cobre.

Chile cuenta con grandes reservas de recursos minerales metálicos y no metálicos y es el mayor productor mundial de cobre.

También se encuentran en Chile grandes cantidades de yodo, carbón, oro, plata, nitrato, mineral de hierro y molibdeno.

Como resultado, de acuerdo con un informe del gobierno chileno, el sector minero es un contribuyente significativo al sector exportador y al PIB de Chile.

Mientras que las exportaciones mineras no manufacturadas se registran en el sector minero, el proceso de producción minera se incluye en el sector manufacturero.

El cobre es extraído por una combinación de empresas estatales y privadas. La empresa cuprífera estatal, Codelco, es el mayor productor de cobre del mundo y la empresa más grande de Chile.

Mientras que Codelco aportó 5,800 millones de dólares a los ingresos del gobierno de Chile en 2021, la minería privada contribuyó con 3,800 millones en 2021.

Según la ley chilena, las utilidades netas de Codelco están sujetas a un impuesto especial de 40.0% además del impuesto a las ganancias corporativo generalmente aplicable a las empresas nacionales y pagado por sus competidores del sector privado.

Además, como empresa de propiedad totalmente estatal, Codelco aporta la totalidad de sus ingresos netos al presupuesto del gobierno central a través de transferencias de utilidades.

Reservas de cobre

En la década de 1990, el sector minero creció impulsado por una mayor inversión, incluida la apertura de nuevas minas grandes.

Para 2020 y 2021, este sector representó 11.8 y 14.6% del PIB de Chile, respectivamente.

Los productos mineros en 2020 y 2021 representaron aproximadamente el 57.3 y 61.9%, respectivamente, de las exportaciones totales de Chile por un total aproximado de 42,500 millones de dólares en 2020 y 58,600 millones de dólares en 2021.

Si bien el sector minero continúa siendo el receptor de la mayor parte de la inversión extranjera en Chile, la tendencia hacia la diversificación ha hecho que los sectores de electricidad y servicios sean cada vez más atractivos para los inversionistas extranjeros, mientras que la inversión minera ha disminuido en términos relativos.