El Fondo Monetario Internacional (FMI) describió algunas de las tendencias más relevantes relacionadas con los procesos de reshoring y friend-shoring en el mundo.
Cada vez más, las empresas y los responsables políticos buscan estrategias para trasladar los procesos de producción a países de confianza con preferencias políticas afines para que las cadenas de suministro sean menos vulnerables a las tensiones geopolíticas.
Un análisis difundido por el FMI sobre los informes de las llamadas de beneficios de una amplia muestra de empresas multinacionales revela un fuerte aumento del interés de las empresas por el reshoring y el friend-shoring, que se produce al mismo tiempo que empieza a aumentar la distancia geopolítica media entre pares de países.
Recientemente, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, argumentó que, en lugar de depender en gran medida de países con los que Estados Unidos tiene tensiones geopolíticas, las empresas estadounidenses deberían avanzar hacia el friend-shoring de las cadenas de suministro a un gran número de países de confianza.
También el FMI hace referencia a Europa. El gobierno francés ha estado instando a la Unión Europea a acelerar los objetivos de producción, debilitar las normas sobre ayudas estatales y desarrollar una estrategia “Made in Europe” para contrarrestar las subvenciones a la producción nacional previstas en la Ley de Reducción de la Inflación estadounidense.
Mientras tanto, en China, las directivas gubernamentales pretenden sustituir la tecnología importada por alternativas locales para reducir la dependencia de los rivales geopolíticos.
Reshoring y friend-shoring
El creciente interés por la deslocalización es una inversión significativa de la división de la producción perseguida a través de la deslocalización, impulsada predominantemente por las diferencias en los costos laborales y de los insumos.
La importancia del friend-shoring va más allá de los meros anuncios y se traduce en medidas de selección de inversiones motivadas por razones de seguridad nacional.
Desde el punto de vista del FMI, las recientes políticas a gran escala aplicadas por los principales países para reforzar los sectores manufactureros estratégicos nacionales sugieren que está a punto de producirse un cambio en los flujos de capital transfronterizos.
La más notable es una serie de proyectos de ley aprobados recientemente en el contexto de las crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y China -como la Ley de Creación de Incentivos Útiles para la Producción de Semiconductores (CHIPS) y la Ley de Ciencia y la Ley de Reducción de la Inflación en Estados Unidos y la Ley Europea de Chips- que podrían afectar a las estrategias de producción y abastecimiento de las empresas multinacionales, impulsando los esfuerzos para reconfigurar sus redes de cadenas de suministro.