¿Qué países lideraron las compras de robots industriales importados a nivel mundial en 2022? China, Estados Unidos, Alemania, Italia y Corea del Sur.
Los robots industriales llevan comercializándose y utilizándose en entornos industriales y de fabricación desde la década de 1970.
Suelen ser máquinas grandes e inmóviles diseñadas para automatizar tareas repetitivas que requieren una velocidad y una fuerza superiores a las que puede alcanzar un ser humano.
Para las tareas de fabricación, los robots industriales suelen ejecutar planes mediante programación memorística, es decir, funciones programadas de antemano por un ingeniero humano.
Con el tiempo, los robots industriales se han vuelto más sofisticados.
Robots industriales importados
De acuerdo con la empresa Sarcos Technology and Robotics Corporation, los robots industriales se han generalizado en multitud de aplicaciones y han ganado aceptación en muchas industrias.
Sin embargo, estos robots industriales pesados suelen requerir que se configuren espacios de trabajo a su alrededor y grandes jaulas de seguridad para proteger a los trabajadores en la planta de producción, consumen cantidades significativas de energía y espacio, son sustancialmente menos ágiles y versátiles que los humanos y son difíciles y costosos de trasladar de un lugar a otro.
Estas características suelen limitar el número de casos de uso a tareas muy rutinarias.
Por ello, dos nuevas categorías de productos, los robots colaborativos (cobots) y los robots móviles automatizados (AMR), están ganando terreno en el mercado.
En 2022, China importó robots industriales por un valor de 1,375 millones de dólares (-10.4% interanual), seguida de Estados Unidos (540 millones, +5.9%), Alemania (416 millones, -4.6%), Italia (259 millones, +25.1%) y Corea del Sur (179 millones, -8.2 por ciento).
Entre las principales empresas productoras de robots industriales están: Mitsubishi, Kawasaki Robotics, Universal Robots, Omron, FANUC, KUKA y ABB Robotics.
Cobots
Sarcos Technology and Robotics Corporation indica que los avances en tecnologías tangenciales como pinzas, sistemas de visión, computación en la nube, realidad aumentada (RA) e inteligencia artificial (IA) han propiciado una mayor adopción y viabilidad comercial de los cobots y los robots móviles automatizados (AMR, por su sigla en inglés).
Estos avances han ofrecido una mayor seguridad y flexibilidad operativa, permitiendo que los robots se desplieguen de forma segura junto a los humanos, perturbando la industria histórica de la robótica industrial y los mercados laborales al tiempo que ofrecen capacidades más avanzadas que los modelos anteriores.
Sin embargo, ni los cobots ni los AMR están diseñados para realizar tareas en entornos dinámicos o desestructurados.
Al igual que sus predecesores, son herramientas de automatización, diseñadas y programadas para realizar tareas rutinarias.
Por lo general, carecen de la destreza humana y de la capacidad de levantar y manipular objetos pesados.