México exportó 1 millón 754,000 toneladas de tomates en 2016 por un valor de 2,117 millones de dólares, llegando a un máximo histórico, informó la Secretaría de Economía.

A tasas interanuales, las cifras representaron un alza de 12.1% en volumen y de 15.1% en valor.

Las exportaciones mexicanas de tomates están concentradas en el mercado de Estados Unidos y se dirigen marginalmente a Canadá.

El resultado fue influido por la depreciación del peso frente al dólar durante el año pasado, que en promedio batió récord.

México incrementó de 14,000 a 15,000 hectáreas el área de producción controlada de tomates entre los ciclos de 2015 y 2016, lo que le ha permitido encabezar las exportaciones mundiales de ese producto, según el Departamento de Comercio de Estados Unidos.

En los últimos años se ha registrado un crecimiento en la producción de tomate de pequeños agricultores en México, debido a que una porción de ellos comenzó a cultivar este producto en vez de frijol o maíz, buscando mayores rentabilidades.

En Sinaloa y Baja California, otros pequeños productores de tomate cambiaron su método de producción de cielo abierto a la agricultura protegida.

La Secretaría de Economía publicó en enero un decreto en el que establece el arancel-cupo a la importación de ciertas clasificaciones de tomates, además de otras de cebollas, chiles y manzanas.

La Secretaría de Economía adujo que las condiciones climáticas del país propician la producción de los productos agroalimentarios sólo en ciertos periodos del año que, conjuntamente con cambios en dichas condiciones, aspectos fitosanitarios y fallas de mercado, principalmente, inciden en la disponibilidad de los productos provocando variaciones en sus precios.

También argumentó con el aumento de la tasa de crecimiento de la población en México y la mejora en la esperanza de vida.