El banco español Santander aumentó su financiamiento y depósitos que opera como proporción de ambos indicadores en el sistema bancario de México.
A través de su filial Grupo Financiero Santander México, su financiamiento avanzó de 14 a 14.4% entre 2015 y 2016, mientras que sus depósitos pasaron de una cuota de 13.6 a 13.8% comparando los mismos periodos.
Santander ocupa la tercera posición en México en términos de los depósitos y préstamos y el segundo sitio en cuanto a activos totales.
Sus principales competidores son BBVA Bancomer, Banamex, Banorte, HSBC, Inbursa y Scotiabank Inverlat.
Durante varios años, se ha permitido a instituciones financieras extranjeras establecer grupos financieros subsidiarios, bancos, corredores de bolsa y otras entidades financieras en México.
Según la Comisión Nacional Bancaria y de valores (CNBV), los 10 bancos nacionales más grandes de México en 2016, medidos en activos, poseían el 85.33% del total de activos en el sistema bancario mexicano. Seis de estos bancos son de propiedad extranjera.
El sector bancario en México se puede clasificar en dos grupos: los «grandes bancos» maduros, establecidos y los «nuevos bancos» recientemente creados.
En 2016, los cuatro bancos más grandes, BBVA Bancomer, Banamex, Banorte y Banco Santander México, que en conjunto representaron 63.3% del total de depósitos en México, estuvieron seguidos por un total de 17.6% abarcado por HSBC, Scotiabank e Inbursa, todos ellos establecidos en grandes bancos. El 19.1% restante se distribuyó entre otros 40 bancos.
Todos ellos compiten también con cooperativas de crédito en México. Las cooperativas de ahorro y crédito son instituciones financieras que se forman con el propósito de proporcionar acceso a financiamiento y condiciones favorables para el ahorro y la recepción de préstamos y servicios financieros. Las cooperativas de crédito no prestan servicios al público en general, ya que sólo están autorizadas para realizar transacciones con sus miembros.
La operación de una cooperativa de crédito es llevada a cabo por sus propios miembros. Para ser miembro de una cooperativa de crédito, uno debe cumplir con los requisitos de elegibilidad establecidos para esa organización y adquirir un cierto número de acciones de la cooperativa de crédito.