El peso cerró la sesión con una depreciación de 0.64% o 13.22 centavos, cotizando alrededor de 20.77 pesos por dólar, lo que fue influido por el alza en los precios de las gasolinas y el diésel en México.
La sesión se caracterizó por un fortalecimiento del dólar frente a sus principales cruces, ante un regreso de las operaciones a los mercados financieros estadounidenses, a la par de buenos datos económicos, aunque de baja relevancia.
La confianza del consumidor del Conference Board subió durante diciembre a 113.7 puntos, por arriba de lo esperado y su nivel más alto desde agosto de 2001. Asimismo, el indicador manufacturero regional de la Fed de Richmond indicó una expansión de la actividad durante diciembre al ubicarse en 8 puntos, también superando las expectativas.
No obstante, la depreciación del peso vino después de que la Secretaría de Hacienda publicó la metodología para la determinación de precios máximos de gasolinas y diésel, a la par de los precios máximos vigentes para enero de 2017, según el Banco Base.