El peso cerró con una depreciación semanal de 1.96% o 38.2 centavos, cotizando alrededor de 19.92 pesos por dólar, debido a que en el Mercado de Futuros de Chicago (CME, por sus siglas en inglés), las apuestas especulativas a la espera de que el peso gane terreno frente al dólar se redujeron por sexta semana consecutiva. En la semana comprendida entre el miércoles 23 y el martes 29 de mayo, las posturas a favor del peso se redujeron 7.03% a 73,232 contratos, cada uno de 500 mil pesos, ubicándose en su nivel más bajo desde marzo de 2017.
Al inicio de la semana, el tipo de cambio estuvo presionado al alza debido a la incertidumbre política de Italia. Cabe recordar que el fin de semana pasado, el Presidente de Italia rechazó la nominación a Ministro de Economía de Paolo Savono, quien se ha pronunciado en contra de la permanencia de Italia en la Unión Europea y a favor de un mayor gasto. Lo anterior provocó la renuncia del Primer Ministro italiano, redujo los esfuerzos de los partidos líderes para formar un nuevo gobierno y elevó la probabilidad de que se convocaran nuevas elecciones este año. La situación política de Italia, la tercera mayor economía de Europa, generó un incremento en la demanda por activos libres de riesgo, principalmente deuda soberana de Estados Unidos y Alemania. Ante esto, la tasa de rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años retrocedió 17.2 puntos base a 2.75%, mientras que el diferencial entre la tasa de rendimiento de los bonos a 10 años de Alemania e Italia se elevó a 263 puntos base, nivel no visto desde 2013.
Aunque el mercado se estabilizó a media semana, las presiones en contra del peso se reanudaron el jueves, después de que Estados Unidos anunciara la entrada en vigor de los aranceles del 25% y 10% a la importación de acero y aluminio proveniente de México, Canadá y la Unión Europea (UE). Es importante mencionar que el anuncio sobre la aplicación de los aranceles ya mencionados presionó al tipo de cambio al alza, llevándolo a tocar un nuevo máximo en el año de 20.0481 pesos por dólar.
En respuesta, los países afectados informaron la aplicación de medidas de represalia a diferentes bienes importados desde Estados Unidos, que comenzarán a ser efectivos en las siguientes semanas. Al cierre de la semana, el asesor económico de Trump, Larry Kudlow, dijo que concluir la renegociación del TLCAN es un tema que tomará tiempo, indicando que las conversaciones avanzarán a un ritmo más lento debido a que la administración de Trump buscará obtener un resultado comercial “recíproco”. Lo anterior sugiere que la aprobación del acuerdo modernizado se aplazará hasta 2019 y su aprobación quedará en manos de un nuevo Congreso estadounidense y un nuevo Presidente en México.
Con la entrada en vigor de los aranceles al acero y al aluminio, da inicio una guerra comercial en donde el mayor riesgo para México radica en que Trump imponga aranceles a la industria automotriz, la cual representa una tercera parte de las exportaciones totales de México. La guerra comercial genera un panorama más pesimista para la inversión extranjera directa que viene a México, la cual mostró una caída de 24% en el primer trimestre.
Estados Unidos también tendrá consecuencias por los aranceles impuestos a México, pues su inflación tenderá a subir y con esto es probable que la Reserva Federal tenga que subir aceleradamente su tasa de referencia.
La siguiente semana los participantes del mercado seguirán atentos a noticias relacionadas a la renegociación del TLCAN, pues casi al cierre del viernes, Trump retomó su postura en contra del acuerdo al mencionar que preferiría negociar acuerdos bilaterales con México y Canadá. Asimismo, se espera que durante la siguiente semana la Secretaría de Economía dé a conocer detalles específicos sobre las medidas de represalia que aplicará sobre la importación de algunos bienes estadounidenses. Cabe mencionar que aunque es una medida de represalia, los aranceles presionarán al alza la inflación de México y con esto se incrementa la probabilidad de nuevas alzas en la tasa de interés por parte de Banxico.
Durante junio el tipo de cambio continuará presionado al alza, debido a la incertidumbre sobre el futuro de la renegociación del TLCAN, los efectos de la guerra comercial entre México y Estados Unidos y las elecciones presidenciales, pues se espera que la incertidumbre política continúe hasta el 1 de julio. Es importante agregar que en la última encuesta a especialistas de Banco de México del mes de mayo, el promedio de las expectativas de tipo de cambio al cierre de 2018 subió de 18.83 a 19.02 pesos por dólar.
Durante la semana, la paridad peso-dólar alcanzó un mínimo de 19.4527 y un máximo de 20.0481 pesos por dólar. El euro-peso alcanzó un mínimo de 22.6758 y un máximo de 23.3887 pesos por euro en las cotizaciones interbancarias a la venta. Por su parte, el euro tocó un mínimo de 1.1510 y un máximo de 1.1728 dólares por euro.
Al cierre, las cotizaciones interbancarias a la venta se ubicaron en 19.92 pesos por dólar, 1.3349 dólares por libra y en 1.1659 dólares por euro.
Gabriela Siller; PhD
Director de Análisis Económico-Financiero.
Banco BASE