Jesús Seade, jefe negociador de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), consideró que el valor de contenido automotriz regional debe permanecer lo más bajo posible en las reglas de origen de ese acuerdo comercial.
México sugirió un contenido de valor regional de 70% en las reglas de origen para automóviles como parte de la actualización del TLCAN. Esa tasa es menor a la de 75% pedida por Estados Unidos y es más alta frente a la de 62.5% que está vigente en ese pacto comercial.
«Entiendo que (el secretario de Economía, Ildefonso) Guajardo ha ofrecido 70%”, dijo Seade a la agencia Reuters. «Encuentro eso alto, pero no voy a luchar contra eso… Pero yendo más allá de eso, creo que comienza a obstaculizar la eficiencia de nuestra industria automotriz en conjunto».
Las normas de origen son los criterios utilizados para definir dónde se ha fabricado un producto. Son una parte fundamental de las normas comerciales, porque hay varias políticas que establecen distinciones entre los países exportadores. Esto es complicado debido a la globalización y a la manera de elaborar un producto en varios países antes de su incorporación al mercado.
Seade rechazó las propuestas estadounidenses para aumentar los salarios de los trabajadores automotrices, diciendo que aunque López Obrador quiere aumentarlos, el TLCAN no es el vehículo adecuado para lograr ese objetivo.
«Comienza a crear todo tipo de precedentes para otros sectores», dijo. «¿Por qué no la industria del turismo? ¿Por qué no el equipo de cocina?», se preguntó retóricamente.
En las reglas de origen del sector automotriz, Estados Unidos está impulsando medidas restrictivas al comercio, al pedir que 40% del contenido de un automóvil o 45% de una camioneta pick up se fabrique utilizando mano de obra pagada de 16 dólares o más por hora para tener derecho a ser exportados sin cobro de aranceles en el marco del TLCAN, un umbral en el que México está bastante lejos de cumplir, con pagos por alrededor de 3 dólares la hora.
Vigente desde 1994, el TLCAN actual eliminó todos los aranceles a las importaciones automotrices entre los tres países, siempre que cumplieran con las normas de origen del contenido del 62.5% para autos, camionetas, motores y transmisiones, y del 60% para todos los demás vehículos y partes automotrices.