La Secretaría de Economía de México considera que hay oportunidades para mayores ventas de cacahuates en la región sur-sureste del país.

Su conclusión es que México importa una buena cantidad de ese producto (40.2 millones de dólares en 2022), a la vez que cuenta con una base productiva (seis empresas) con potencial crecimiento en la región.

En concreto, se trata de sustituir importaciones de cacahuetes, preparados o conservados (excluyendo conservados con azúcar).

Esta sugerencia se incluyó en la Estrategia de Diversificación Inteligente para la Promoción Económica del Sur-Sureste.

En 2022, México se ubicó como el noveno importador de cacahuates en el mundo y como el octavo exportador de ese mismo producto, con 57.7 millones de dólares, una posición por delante de Argentina en este último indicador.

Oportunidades

México produjo más de 86,000 toneladas de cacahuate en el año pasado, con Sinaloa como primera fuente de producción.

Como un caso referente aparte está la empresa Adecoagro, con sede en Luxemburgo, quien desde 2019 es propietaria y opera una instalación de procesamiento de cacahuate en Argentina.

Esta integración vertical está en línea con la estrategia de hacer crecer su negocio de maní, ya que permite a la empresa controlar las actividades de procesamiento y desarrollar relaciones directas y de largo plazo con diferentes clientes alrededor del mundo.

Según Adecoagro, el maní es una leguminosa de verano que tiene su proceso de recolección dividido en dos etapas: excavar, lo que implica aflojar la planta, cortar la raíz pivotante e invertir la planta; y combinar, lo que significa separar las vainas de las vides.

Las actividades de siembra comienzan en octubre y aproximadamente 150 días después de la siembra se realizan las actividades de excavación.

En Argentina, todo el maní cultivado es alto oleico. La provincia de Córdoba es la mayor zona productora de maní de Argentina debido a sus óptimas condiciones agroclimáticas, que han llevado a que muchas industrias procesadoras se instalen allí.

Argentina se posiciona entre los actores más importantes en la producción y exportación de maní, con altos niveles tecnológicos tanto en términos de producción como de procesamiento.

Por último, esa nación exporta más de 90% del maní que produce y su principal mercado es la Unión Europea, seguida de América Latina, el norte de África y Asia. Sus principales competidores son Estados Unidos, Brasil y China.