Para que Brasil y México logren un acuerdo ambicioso en su comercio bilateral, se requiere que el sector automotriz se liberalice, afirmó Juan Carlos Baker, subsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía.
Los dos países mantienen negociaciones con el objetivo de ampliar el Acuerdo de Complementación Económica (ACE) No. 53, en materia de acceso a mercado de bienes, e incorporar nuevos capítulos para profundizar el intercambio en materia de servicios, comercio electrónico y facilitación comercial, entre otros.
«Si queremos hablar de incluir más sectores de (productos), incluimos la parte automotriz y todo está listo”, dijo Baker al diario brasileño Valor Económico.
Desde el 2007, México y Brasil se aplican preferencias arancelarias en 1,536 fracciones al amparo del ACE 53, una apertura limitada, pues las aduanas mexicanas operan con más de 12,100 clasificaciones de productos. El acuerdo cubre mercancías como el tequila, la cerveza y los aguacates originarios de México o la pimienta, la yerba mate y alimentos para animales de Brasil.
Otro acuerdo, el ACE 55, que incluye también a Argentina y Uruguay, entró en vigor en el 2003, eliminó los aranceles al comercio de autos entre México y Brasil desde el 2007 y se ha renegociado desde el 2012, con la fijación de cupos, por demanda del gobierno brasileño.
Al solicitar renegociar el ACE 55 en el 2012, el gobierno brasileño adujo un déficit creciente en el 2011.
El 16 de marzo de 2015, México y Brasil modificaron nuevamente el ACE 55, mediante lo cual pactaron establecer a partir del 19 de marzo de 2015 y hasta el 18 de marzo de 2019 cupos de importación para vehículos automóviles, con un monto anual topado hasta por 1,560 millones de dólares por cada parte y con un incremento interanual de 3% cada año.
Tras ese periodo, habría libre comercio en el sector, pero hay incertidumbre, porque Brasil no ha cumplido sus acuerdos previos en cuanto a volver a liberalizar el sector.