Tan pronto como Donald Trump asumió la Presidencia de Estados Unidos, comenzaron a darse acciones relacionadas con el poder que él tiene para tomar unilateralmente medidas vinculadas al comercio exterior, sin pasar por la aprobación del Congreso de su país.
El viernes, el mismo día de la investidura de Trump, Mike Lee, senador republicano por Utah, presentó una iniciativa de ley, la Global Trade Accountability Act (Ley de Responsabilidad Comercial Mundial), que sometería acciones comerciales de Trump a la aprobación del Congreso.
Esta ley requeriría que el presidente le notificara al Congreso cualquier acción comercial que quisiera tomar, por ejemplo elevar aranceles o cancelar un tratado comercial. El mandatario debería asimismo presentar un análisis costo-beneficio de la medida y un plazo para ello, para que luego fuera ratificada tanto por el Senado como por la Cámara de Representantes.
“El Congreso ha cedido demasiado poder legislativo al Ejecutivo, incluyendo el poder de aumentar unilateralmente los aranceles”, dijo Lee, en un comunicado.
“Los repentinos aumentos en las barreras comerciales podrían causar estragos en muchos pequeños y medianos fabricantes en mi estado natal de Utah, que dependen de las importaciones y de las cadenas de suministro conectadas a nivel mundial. El Congreso debe participar en cualquier decisión que aumente las barreras al comercio”, agregó.
Si la ley se aprueba, seguiría permitiendo a Trump subir los aranceles sin la aprobación del Congreso durante 90 días bajo varios escenarios, en los que él determinara qué prácticas comerciales de un país implican una amenaza a la “seguridad nacional”, crean una “emergencia nacional”, arriesgan la seguridad pública o quebrantan la ley.
“El debate público en curso sobre el tema del comercio es exactamente por lo que el Congreso —la rama más responsable y deliberativa del gobierno federal— debería participar en cualquier decisión que aumente las barreras al comercio”, escribió Lee, en un editorial de la revista Forbes.