De la vieja recomendación para dejar un legado referente a escribir un libro, procrear un hijo y sembrar un árbol, la última de estas opciones tiene la ventaja de contribuir al medio ambiente, fomentar la armonía en la temporada de Navidad y, más fríamente, ser un negocio.
La Comisión Nacional Forestal (Conafor) de México ha recomendado en los últimos años la siembra de árboles para ser vendidos en la temporada navideña, lo cual requiere permisos especiales, pero también cuenta con apoyos gubernamentales.
Actualmente, hay más de 10,000 hectáreas de plantaciones de árboles de Navidad en México y la Conafor estima que 1 millón de éstos se comercializan cada año en el país.
En una hectárea se llegan a sembrar entre 2,200 y 4,400 árboles de Navidad, los cuales requieren entre cinco y 10 años para alcanzar un tamaño comercializable.
La Conafor calcula que la producción local abarca 65% de la demanda doméstica.
Gran parte de las importaciones son abastecidas por Estados Unidos, pero los productores de este país tienen la desventaja de la actual fortaleza del dólar frente al peso, lo que les encarece las ventas en el mercado mexicano. No obstante, los productores estadunidenses, al igual que los canadienses, mantienen ciertas ventajas comparativas por sus suelos y climas.
En general, una plantación comercial es el establecimiento y manejo de especies forestales en terrenos de uso agropecuario o terrenos que han perdido su vegetación forestal natural, con el objeto de producir materias primas maderables y no maderables, para su industrialización y comercialización.
En México, de acuerdo con la Conafor, existen del orden 7 millones de hectáreas de clima templado y tropical, aptas para desarrollar plantaciones forestales comerciales, de las cuales el 80% se ubica en regiones tropicales y sub-tropicales del país.
En estas áreas propicias se dispone de suelos y climas favorables para lograr crecimientos rápidos y disponibilidad de mano de obra, en un mercado interno que demanda más materias primas forestales cada día.
Según su página WEB, la Conafor apoya con recursos en efectivo para establecer y mantener plantaciones forestales comerciales, utilizando las especies más conocidas para la producción de maderas como teca, melina, cedro rojo, eucalipto y pino, entre otras, así como para la producción de árboles de navidad, hule, resina y palma camedor.
Hay incentivos particulares para superficies de cinco a 500 hectáreas a plantar en un año, dependiendo de la convocatoria que se publique en cada estado. Además, se pueden solicitar apoyos por varios años consecutivos, siempre que el beneficiario haya cumplido con el establecimiento de plantaciones anteriormente apoyadas.
Los subsidios incluyen apoyos para pagar asistencia técnica. En algunos casos, se respaldan actividades de mantenimiento de las plantaciones para propiciar su adecuado desarrollo.
En 2015, se definieron como estados prioritarios para el establecimiento de plantaciones forestales comerciales: Campeche, Chiapas, Chihuahua, Durango, México, Michoacán, Oaxaca. Puebla, Tabasco y Veracruz.