Tesla, Valero Refining-Texas LP, Mercedes-Benz y Cheniere Energy Partners LP están entre los mayores usuarios de zonas francas en Estados Unidos, tomando como base las principales actividades de producción en términos de exportaciones, de acuerdo con información de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
En Estados Unidos, la fabricación de determinados productos y grupos de productos y la realización de ciertas actividades o bien están prohibidas por los reglamentos o bien no están autorizadas en la práctica por el Consejo de las Zonas Francas por diversas razones.
Por ejemplo, no se permiten la producción de alcohol, tabaco, armas de fuego, acero, textiles y azúcar y la mezcla de productos derivados del petróleo.
Algunas de estas restricciones se derivan de cuestiones relacionadas con la evasión fiscal o la seguridad, pero muchas de ellas reflejan preocupaciones comerciales como la elusión de contingentes o de otras medidas comerciales, o se aplican a productos que han sido tradicionalmente sensibles a las importaciones.
No obstante, en las zonas francas se lleva a cabo una amplia gama de actividades, sobre todo de producción y distribución.
Tesla
Durante los últimos cuatro años, los principales sectores de producción fueron los del petróleo, los productos farmacéuticos y las partes de vehículos.
También las actividades destinadas a la exportación más importantes se concentraron en la fabricación/montaje de automóviles y el refinado de petróleo.
En ese mismo periodo se registró un crecimiento significativo en las actividades de producción farmacéutica, espoleado por las respuestas a la pandemia de Covid-19, y de producción de vehículos eléctricos.
En comparación con las de otros países, las zonas francas de los Estados Unidos son en cierto modo únicas en el sentido de que facilitan la importación en el mercado estadounidense en lugar de la exportación a mercados extranjeros.
Además, funcionan en gran medida como una extensión de la rama de producción nacional, ya que la mayoría de los envíos que llegan a las zonas francas son de materiales de producción nacional, y 63% de los envíos realizados desde ellas se destinan en su mayor parte al mercado y los consumidores estadounidenses.
Durante el período referido, según la OMC, se ha prestado más atención a las zonas francas y a su política, que han suscitado un mayor interés principalmente debido a los costos económicos y comerciales de los aranceles impuestos en 2018 en virtud de los artículos 201, 232 y 301.