El Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés) topa las exportaciones de autos de México a Estados Unidos con un cupo de 1.6 millones de unidades con arancel de Nación Más Favorecida (NMF) de 2.5 por ciento.
Este cupo entrará en vigor si el presidente Donald Trump decide aplicar un arancel global de 25% a las importaciones estadounidenses de automóviles, camionetas, autopartes y camiones livianos.
En la Organización Mundial de Comercio (OMC), cada nación establece topes a sus aranceles y está obligada a dar a todos la condición de NMF, expresión que parece sugerir que se trata de algún tipo de trato especial para un país determinado, pero que en realidad significa cobrar sus respectivas tarifas a la totalidad de miembros por igual.
La cláusula del USMCA limita las exportaciones mexicanas de vehículos y autopartes al mercado estadounidense con la tasa preferencial de la OMC, si no se cumplen las reglas de origen de este pacto trilateral.
Esta restricción se aplicaría en el caso de que Estados Unidos determine imponer aranceles globales a sus importaciones automotrices argumentando preocupaciones de seguridad nacional, una tarifa que podría ser de 25%, en lugar de la tasa de 2.5% que cobran actualmente las aduanas estadounidenses.
Así, en el caso de que Estados Unidos decida subir el arancel de NMF, los autos exportados por México que no cumplan regla de origen del USMCA enfrentarán un arancel máximo de 2.5% hasta 1 millón 600,000 unidades, siempre y cuando cumplan con la regla de origen pactada en el TLCAN de 1994.
Exportaciones de partes automotrices
En el caso de las autopartes, en el escenario de incremento del arancel NMF de Estados Unidos, hasta 108,000 millones de dólares de exportaciones enfrentarán el arancel NMF aplicado por Estados Unidos al 1 de agosto de 2018. También tendrían que cumplir con la regla de origen del TLCAN.
En otra cláusula el USMCA permitiría a Estados Unidos establecer aranceles por «seguridad nacional» a las importaciones que estén por encima del límite de 2.6 millones de vehículos originarios de México al año.
Ese monto es alrededor de 53% superior a los automóviles que México vendió a su vecino del norte. En 2017, casi 1.7 millones de autos ligeros y vehículos utilitarios deportivos (SUV, por su sigla en inglés) fueron exportados a Estados Unidos desde México.
Ya el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, inició el 23 de mayo una investigación sobre si las importaciones de automóviles, camionetas, autopartes y camiones livianos representan una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos, lo que podría concluir en la fijación de aranceles globales a esos productos.
En caso de que Estados Unidos aplique medidas extraordinarias (por ejemplo, al amparo de la Sección 232), se respetará la capacidad de exportación actual y de plantas por iniciar producción de México, según lo negociado en una carta paralela del USMCA.
Adicionalmente, se otorga espacio para el crecimiento del sector, al establecer un cupo de 2.6 millones de vehículos y otro de 108,000 millones de dólares de autopartes, anuales, en el caso de México.
Por lo que respecta a Canadá, los cupos serían de 2.6 millones de vehículos y de 32,400 millones de dólares de autopartes.