El presidente estadounidense, Donald Trump, y el primer ministro nipón, Shinzo Abe, no acordaron reactivar las negociaciones de un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Japón durante su encuentro el fin de semana en Washington, C. D.
Japón impulsó y aprobó el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por su sigla en inglés), un tratado de libre comercio entre 12 naciones, incluidas Estados Unidos y Japón, pero Trump sacó a su país del mismo, acabando con el proyecto original de este bloque comercial.
Trump y Abe convinieron el viernes establecer un diálogo económico, pero en éste no fue incluido expresamente la posible negociación de un TLC bilateral, como ha sido sugerido por Trump.
De hecho, la liberalización del comercio entre ambas economías y la manipulación de las monedas con el objetivo de impulsar la competitividad de las exportaciones son dos de los temas más importantes en su agenda y en los que mantienen amplias diferencias.
En una conferencia conjunta, Trump dijo que ambos mandatarios trabajarán para establecer una relación comercial que sea “libre, justa y recíproca, con beneficios para ambos países”.
Trump comentó, en respuesta a una pregunta sobre la depreciación del yuan que supuestamente promueve el gobierno de China: «Me he estado quejando de eso durante mucho tiempo, y creo que todos eventualmente, probablemente mucho antes de lo que mucha gente entiende o piensa, estaremos en igualdad de condiciones, porque ésa es la única forma en que es justo. Ésa es la única manera en la que puedes competir de manera justa en el comercio y otras cosas”.
Abre reiteró que compañías japonesas crean empleos en Estados Unidos.
El vicepresidente Mike Pence, que dirigirá el nuevo diálogo económico con Taro Aso, viceprimer ministro y ministro de Finanzas de Japón, tiene una fuerte conexión con Toyota Motor y otras compañías japonesas, y apoyó al TPP.
En un comunicado se informó que ambos países se comprometieron a fortalecer la relación económica bilateral y a trabajar para “establecer altos estándares de comercio e inversión, reducir las barreras del mercado y mejorar las oportunidades de crecimiento económico y de empleo en Asia-Pacífico.