El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó este martes una orden ejecutiva que revertirá medidas contra el cambio climático impulsadas por su antecesor, Barack Obama, y que harían imposible que Estados Unidos cumpla con el Acuerdo de París.
Las nuevas medidas eliminan ciertas restricciones a las emisiones contaminantes, abren la puerta a la explotación de petróleo y gas en terrenos públicos, y quitan la obligación gubernamental de considerar el impacto ecológico de sus proyectos.
La orden ordena a la agencia ambiental estadounidense (EPA) que comience a revertir el Plan de Energía Limpia, que obliga a las centrales eléctricas existentes reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Analistas consideraron que esta decisión hace prácticamente imposible que Estados Unidos cumpla con su objetivo de reducir las emisiones un 30% para 2030, por debajo de los niveles de 2005, como se había comprometido hasta ahora.
Para que entrara en vigor el Acuerdo de París en noviembre pasado, el cual fue signado en 2015 por 180 países, durante la 21 Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), se requirió de al menos 55 Partes del Convenio, que representan al menos 55% de las emisiones globales de efecto invernadero. Entre ellos están Estados Unidos y China, los principales emisores de gases de efecto invernadero en el mundo.
«Con la acción ejecutiva de hoy estoy dando pasos históricos para levantar las restricciones a la energía estadounidense, para revertir la intrusión del Gobierno y para cancelar las regulaciones que matan trabajos», dijo Trump, mientras firmaba la orden, rodeado de mineros, en la sede la EPA, en Washington, D. C.
La nueva orden significaría que las plantas de carbón más viejas que habían sido marcadas para cerrar probablemente permanecerían abiertas por algunos años más, extendiendo las emisiones de carbón, dijo Robert W. Godby, economista de energía de la Universidad de Wyoming, al diario The New York Times.