El presidente Donald Trump elogió el martes al presidente chino, Xi Jinping, por el compromiso que asumió en un discurso para reducir algunas barreras comerciales y de inversión y para proteger mejor los derechos de propiedad intelectual.
Los posicionamientos de Xi, sin embargo, no implicaron un compromiso de medidas específicas y pormenorizadas.
«Muy agradecido con el presidente Xi por las amables palabras de China sobre aranceles y barreras automotrices», escribió Trump en su cuenta de Twitter.
Horas antes, Xi anticipó que China elevará el límite de propiedad extranjera en el sector automotor “lo antes posible” y reducirá “considerablemente” los aranceles a las importaciones de automóviles.
Trump se congratuló también por la “aclaración (de Xi) sobre la propiedad intelectual y las transferencias de tecnología” y añadió enseguida: “¡Haremos un gran progreso juntos!”
Aunque los informes noticiosos describen posibles negociaciones entre homólogos chinos y estadounidenses, pocos detalles han surgido.
Después de que la Representación Comercial de la Casa Blanca (USTR, por su sigla en inglés) divulgó su lista de aranceles propuesta el 3 de abril sobre productos que abarcan importaciones chinas por 50,000 millones de dólares anuales, los funcionarios chinos propusieron rápidamente aranceles sobre importaciones estadounidenses por un monto igual, dirigidos a una amplia gama bienes, incluidos productos agrícolas, automóviles y productos químicos.
Muchos aranceles propuestos por China afectan a las exportaciones agrícolas de los estados liderados por los republicanos, incluidos la soja, el maíz, el algodón, la carne de res, el jugo de naranja congelado y el tabaco.
Además, el 4 de abril, China inició una disputa en la Organización Mundial de Comercio (OMC), alegando que las acciones de la Sección 301 de Estados Unidos representaban una «violación grave» de los principios fundamentales del acuerdo.
El jueves pasado, escalando rápidamente la confrontación bilateral, Trump amenazó con imponer aranceles adicionales a las importaciones de productos de China por un valor de aduana de 100,000 millones de dólares por presuntas prácticas ilegales de propiedad intelectual y transferencia de tecnología.
Con un enfoque particular, Trump criticó este lunes lo que definió como «comercio estúpido» con China en sus intercambios bilaterales de automóviles.
Cuando un vehículo fabricado en China se exporta a Estados Unidos, el arancel es de 2.5%, mientras que las ventas de automóviles estadounidenses vendidos al mercado chino debe pagar un arancel de 25 por ciento.
«¿Eso suena a comercio libre o justo? No, suena a comercio estúpido», escribió Trump en Twitter.