El presidente Donald Trump intensificó su guerra comercial con China el martes al amenazar con imponer aranceles a importaciones de productos chinos que van desde medicamentos, artículos de acero y refrigeradores, hasta hornos de panadería, extinguidores de fuego y autos, por un valor de 50,000 millones de dólares anuales.

Trump pretende castigar con ello a China por aplicar políticas acusadas de reforzar su propio desarrollo tecnológico y económico a expensas de las empresas de Estados Unidos.

La Representación Comercial de la Casa Blanca (USTR, por su sigla en inglés) ha determinado que los actos, políticas y prácticas del Gobierno de China relacionados con la transferencia de tecnología, la propiedad intelectual y la innovación abarcados en la investigación son irrazonables o discriminatorios y gravan o restringen el comercio de Estados Unidos.

La USTR comunicó que está buscando comentarios del público y celebrará una audiencia pública con respecto a una determinación propuesta sobre la acción apropiada en respuesta a estos actos, políticas y prácticas de China en este caso.

Inicialmente, propone un arancel adicional de 25% en una lista sobre unos 1,300 productos.

La Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974 otorga a Estados Unidos la autoridad para imponer sanciones comerciales a países extranjeros que violan los acuerdos comerciales o se involucran en otras prácticas comerciales desleales.

Robert Lighthizer, representante comercial de la Casa Blanca, había anticipado que la lista de aranceles se enfocaría a sectores de alta tecnología, a los cuales China quiere impulsar a través su plan Made in 2025.

Este plan apoya 10 sectores: vehículos de nueva energía, tecnología de la información (TI) de última generación, biotecnología, materiales nuevos, industria aeroespacial, ingeniería oceánica y naves de alta tecnología, ferrocarriles, robótica, equipos de potencia y maquinaria agrícola.

Las iniciativas «Made in China 2025» e «Internet Plus» son dos planes industriales de China enfatizados en el decimotercer plan quinquenal. Pretenden capitalizar el surgimiento de la tecnología digital integrada y la automatización para ayudar a la transición de la economía del país a un mayor valor agregó en la manufactura y los servicios, y estimular la creación de “campeones nacionales” en las industrias emergentes.