El presidente Donald Trump y las compañías automotrices “Big Three” mantienen posiciones encontradas respecto a la conveniencia de aplicar o no aranceles globales a las importaciones estadounidenses de autos y ciertas autopartes.
“Lo que realmente va a suceder es que no habrá impuestos”, dijo Trump a Fox News en una entrevista emitida el domingo. “¿Saben por qué? Van a construir sus autos en Estados Unidos. Los van a hacer aquí”.
Este comentario fue emitido luego de que el Consejo Estadounidense de Política Automotriz (AAPC, por su sigla en inglés), representante de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), Ford Motor Company y General Motors Company, enviara el viernes una carta al Departamento de Comercio para oponerse a la imposición de aranceles en el sector automotriz.
El 22 de marzo, la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR, por su sigla en inglés) dio a conocer los resultados de una investigación de la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974 sobre las prácticas del gobierno chino con respecto a la transferencia de tecnología y la propiedad intelectual.
El informe detalla cuatro métodos que el gobierno chino usa para avanzar injustamente sus objetivos de política industrial: transferencia forzada de propiedad intelectual o tecnología; restricciones de licencia discriminatorias; adquisición de tecnología y activos coordinados o respaldados por el Estado; y uso de intrusiones cibernéticas para obtener acceso no autorizado a información corporativa confidencial.
La USTR recomendó el 3 de abril que Estados Unidos aplique un arancel de 25% a 1,300 productos de origen chino por valor de 50,000 millones de dólares anuales, incluyendo medicamentos, semiconductores, maquinaría agrícola, robots industriales y autos.
En respuesta, al día siguiente, China informó que impondrá aranceles de 25% a la importación de 106 productos originarios de Estados Unidos que suman un valor de 50,000 millones de dólares anuales, entre ellos soya, automóviles, químicos, aviones, whisky y artículos de plástico.
«A pesar de las buenas intenciones del gobierno de Estados Unidos, los fabricantes de automóviles creen firmemente que cualquier aumento en las tarifas automotrices en automóviles, camiones ligeros y partes automotrices socavará las enormes contribuciones económicas que el sector automotriz estadounidense hace a nuestra economía y podría interferir con el éxito fabricantes de automóviles «, dijo Matt Blunt, presidente del AAPC.
La misiva fue enviada el último día permitido para presentar opiniones en el marco de una investigación sobre si las importaciones de automóviles, camionetas, autopartes y camiones livianos implican una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos, lo que podría concluir en la fijación de aranceles globales a esos productos.
El AAPC representa los intereses comunes de política pública de sus compañías miembros, FCA US LLC, Ford Motor Company y General Motors Company. Estas tres empresas son el corazón de la base industrial de los Estados Unidos y un motor de la economía industrial estadounidense.
«La imposición de un arancel del 25% a automóviles y autopartes, además de los aranceles de importación de acero y aluminio de la Sección 232 y los aranceles de la Sección 301 sobre importaciones chinas, daría lugar a una nueva carga tributaria total de más de 90,000 millones de dólares a la industria automotriz de Estados Unidos», enfatizó Blunt.
«Imponer tarifas aumentará los costos para los consumidores, disminuirá la elección del consumidor; la demanda del consumidor, la producción y ventas de automóviles y camiones ligeros y los niveles de inversión, y provocará la pérdida de empleos en el sector automotriz de Estados Unidos”, alertó Blunt.