El presidente estadounidense, Donald Trump, entorpeció el inicio de las negociaciones entre México y Estados Unidos, al imponer condiciones bajo las cuales el gobierno mexicano ha planteado que no puede avanzar en el proceso para redefinir la relación bilateral.
Trump dio órdenes para la construcción inmediata del muro fronterizo y aseveró que México pagará el 100% de su costo, que algunos analistas consideran que supera 10,000 millones de dólares.
La reiteración de este posicionamiento ocurrió la mañana del miércoles, en una entrevista televisiva, mientras el canciller Luis Videgaray e Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, se reunían en la Casa Blanca con altos funcionarios estadounidenses para iniciar las negociaciones.
Esta reunión duró aproximadamente unas 10 horas, tras la cual los funcionarios mexicanos salieron con total hermetismo. Por la noche, el presidente Enrique Peña Nieto transmitió un mensaje en el que cuestionó las declaraciones del Trump. “México no cree en los muros. Lo he dicho una y otra vez: México no pagará ningún muro. Estas órdenes ejecutivas también ocurren en un momento en que nuestro país está iniciando pláticas sobre las nuevas reglas de cooperación, comercio, inversión, seguridad y migración en la región de Norteamérica”, dijo Peña Nieto.
“Esta negociación es muy importante para la fortaleza, certidumbre y futuro de nuestra economía y de nuestra sociedad”, agregó.
En la víspera, Guajardo dijo que el no pago del muro por parte de México es un “factor decisivo total en la negociación” y comentó que “no se tocarán las remesas”, un aspecto que calificó como “una línea roja dentro de este proceso”.
De manera general, el gobierno de México ha jerarquizado los asuntos que más le interesan en la negociación que sostendrá con su contraparte de Estados Unidos, poniendo incluso veto a algunas medidas preanunciadas por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Peña Nieto y altos funcionarios de México han aseverado que no aceptarán cambios a la apertura comercial con la imposición de aranceles o cuotas; el pago por parte de México del muro fronterizo, y la afectación de flujos de remesas de los mexicanos.
“Tenemos que asegurar que las inversiones que hacen los mexicanos o los extranjeros en México estén totalmente protegidas y no sujetas a ningún tipo de obstáculo ni intimidación”, destacó Guajardo.
Sobre este punto, Kenneth Smith Ramos, representante de la Secretaría de Economía en Washington, afirmó que entre las prioridades de México está establecer un mecanismo de resolución de controversias, luego de que los paneles en el marco del TLCAN han dejado de funcionar. También dijo que otra prioridad de México es regular la movilidad laboral.