El gobierno de Turquía no mostró el compromiso suficiente para avanzar en un Tratado de Libro Comercio (TLC) con México, concluyó la pasada Administración del gobierno mexicano.
Para los meses de agosto y octubre de 2016, ambos países habían acordado la celebración de dos rondas adicionales de negociaciones.
No obstante que se obtuvieron avances sustanciales, éstas fueron suspendidas a petición de Turquía debido a la situación política que se desató en aquel país, ante el intento de golpe de Estado.
También influyó, según la versión del gobierno de México, las complicaciones que surgieron para alcanzar acuerdos en materia de acceso a mercados, particularmente debido a la poca flexibilidad de Turquía para mejorar la oferta de acceso a productos agropecuarios mexicanos y a su imposibilidad de negociar reglas de origen distintas a las que México tiene vigentes con la Unión Europea (UE).
Turquía es el segundo socio comercial más importante de México entre los países de Europa que no pertenecen a la UE ni a la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), conformada por Suiza, Noruega, Liechtenstein y Finlandia, y es la puerta que enlaza a Europa con el Medio Oriente.
Desventajas
Este país cuenta con una unión aduanera con la UE, mediante la cual los productos mexicanos pueden beneficiarse de libre circulación en el mercado turco.
Sin embargo, esta unión aduanera aplica sólo para bienes industriales, excepto acero y carbón.
Además, Turquía puede implementar excepciones a la libre circulación a productos que considere le causan perjuicio, como lo hizo al imponer aranceles a vehículos mexicanos procedentes de países europeos. Es por ello que la negociación de un tratado de libre comercio (TLC) con Turquía brindaba oportunidades de acceso preferencial a los productos y servicios mexicanos en Turquía y mejores oportunidades en otros países de Europa del Este, Medio Oriente e incluso del Norte de África.
Proceso negociador
La negociación de un TLC entre México y Turquía formó parte de los compromisos asumidos en el marco de la visita de Estado a Turquía del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en diciembre de 2013.
Los gobiernos de ambos países coincidieron en que la conclusión y el buen funcionamiento de un TLC es esencial para alcanzar el verdadero potencial económico de la relación entre ambos países. En este sentido, los Presidentes instruyeron la celebración de la primera reunión de negociación de dicho Tratado durante el primer trimestre de 2014 y firmaron los términos de referencia para el inicio formal del proceso.
En total, se llevaron a cabo siete rondas de negociación.