Las ventas de paneles solares para iluminación parecen ser un buen negocio en México, porque en los últimos siete años se han más que triplicado sus importaciones; y los consumidores los compran atraídos por los ahorros que les permiten en sus gastos de electricidad.
En 2015, las compras externas mexicanas de este tipo de paneles sumaron 1,735 millones de dólares, un aumento de 256% frente a 2008, con crecimientos anuales ininterrumpidos en ese periodo, según datos de la Secretaría de Economía.
Las empresas constructoras mexicanas buscan ofrecer casas con mejores equipos a sus clientes, en respuesta a que cada vez más los consumidores quieren viviendas con más productos verdes o ecológicos, si son asequibles.
El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), un importante fondo para vivienda sustentado por contribuciones obligatorias de patrones y empleados, ha creado un programa de “hipotecas verdes”.
Del total de las importaciones mexicanas de paneles solares para iluminación en el año pasado, Malasia fue el principal origen, con una participación de 25.2%, seguido por China (23.5%), Japón (18%), Filipinas (10.4%), Corea del Sur (9.5%), Estados Unidos (5.9%), Alemania (2.8%) y Taiwán (1.7 por ciento).
Según ProMéxico, por la ubicación geográfica, México se coloca en la tercera posición entre los países más atractivos del mundo para invertir en proyectos de energía solar fotovoltaica, detrás de China y Singapur. La irradiación solar media diaria durante el año es de 5.5 kWh/m² y puede presentar valores superiores a 8.5 kWh/m².
Un reporte divulgado por la Agencia Internacional de Energía (IEA, por su sigla en inglés) clasificó al norte de México como una de las “más favorables áreas en el mundo” como fuente para la Generación de Concentración Solar. Esta tecnología (CSP, en inglés) consiste en el uso de espejos para concentrar los rayos solares en un receptor, el cual colecta y transfiere la energía para calentar un fluido térmico que proporciona calor de uso final o generación de electricidad a través de turbinas de vapor convencionales.
La IEA previó que la energía solar térmica generada por plantas de CSP proveerá 11% de la electricidad en el mundo en el 2050, al tiempo que las celdas fotovoltaicas aportarán otro 16 por ciento.
Otras zonas favorecidas para generar electricidad solar son el norte de África, Oriente Medio, el noreste de India, el sudeste de Estados Unidos, Perú, Chile y Australia.
Grandes compañías extranjeras han apostado por la energía solar en México como la estadounidense First Solar Inc., la alemana Saferay GmbH o la española Grupotec Tecnologia Solar SL. El inversionista local Gauss Energía inauguró una planta fotovoltaica de 30 megavatios en La Paz, Baja California, con una inversión de 100 millones de dólares.
En los últimos años, políticas públicas han sido dirigidas a incrementar la construcción sostenible en México y se han concentrado en el sector de la vivienda, otorgando incentivos y subvenciones para la incorporación de las tecnologías verdes, así como con el establecimiento de estándares nacionales voluntarios y obligatorios para los productos y procesos.
Si bien con serios problemas de planificación urbana, México cuenta con una tradición arquitectónica que favorece las prácticas y diseños de edificación respetuosos del medio ambiente y con reducido impacto ambiental.
Numerosas investigaciones dan fe de los beneficios para la salud y la productividad derivados de características o elementos con ventaja ambiental, como iluminación diurna, mayor ventilación con aire natural y reducción de la humedad, o bien uso de alfombras, pegamentos, pinturas y otros recubrimientos y accesorios de interiores de baja emisividad.
En México hay obstáculos como la carencia de reglamentos de construcción que aborden cuestiones de sustentabilidad; la ausencia de un sistema de certificación de uso generalizado para las prácticas de edificación sustentable, y la falta de datos sobre consumo de energía y agua en los inmuebles.