México cuenta con ventajas y desventajas comparativas para enfrentar la pandemia del nuevo coronavirus, COVID-19, ponderó Bart A. Pattyn, director general interino y gerente de crisis de Bart A. Pattyn Management b.v.

Desde un ángulo, hay un alto nivel de diabetes en la población mexicana, junto con las complicaciones cardiovasculares y el sobrepeso, y “el grupo de personas vulnerables en las ciudades es enorme”.

Growth elasticity to confinement

En el lado positivo, la edad promedio de la población mexicana es joven, y el grupo de personas realmente vulnerables (>65) es bastante limitado.

Según la estimación de Pattyn, suponiendo que la propagación del virus sigue los mismos patrones que en Europa (incluso con un retraso de dos semanas), se necesitarán alrededor de 2,500 camas de cuidados intensivos con ventiladores de oxígeno en la Ciudad de México a mediados de abril. Hoy solo hay disponibles 300 camas de cuidados intensivos.

Ventajas y desventajas

El aislamiento social es difícil de imponer en las ciudades de México, ya que la mayoría de los empleados y trabajadores necesitan estar fuera para ganar un salario diario a fin de cubrir las necesidades básicas como alimentos. La red de seguridad social y el ahorro individual son muy limitados.

Desde un punto de vista económico, la recesión mundial que se está gestando en este momento tocará profundamente a México.

Un efecto secundario inmediato de la recesión mundial es el precio del petróleo crudo mexicano que cayó a 10.37 dólares en abril de 2020. Afortunadamente, existe un mecanismo de cobertura para proteger los ingresos de México a corto plazo.

En todo ese marco, resumió Pattyn, los problemas específicos con la seguridad en algunas partes del país, el control limitado del gobierno vinculado, el clima político que no conduce a las inversiones privadas y la gran economía informal (justo por debajo del 60% de los trabajadores) complicaron la generación de riqueza antes de que estallara la crisis sanitaria afuera.

México declaró una emergencia sanitaria solo el 31 de marzo, al menos 2 semanas tarde. Las pruebas para el virus SARS-CoV-2 aún son muy limitadas. Se rumorea que algunas clínicas privadas cobran a los pacientes MXN 7,000 (USD 300) por una prueba. No es sorprendente que pocas personas sean probadas.