Los viceministros de Comercio de la Unión Europea, Canadá, México, Japón y Corea del Sur acordaron responder con medidas de represalia contra Estados Unidos si éste aplica aranceles a las importaciones de autos y autopartes.
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, inició el 23 de mayo una investigación sobre si las importaciones de automóviles, camionetas, autopartes y camiones livianos representan una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos, lo que podría concluir en la fijación de aranceles globales a esos productos.
En la reunión en Ginebra, Suiza, los viceministros dijeron el martes que están considerando una variedad de opciones, incluyendo recurrir al mecanismo de resolución de controversias de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la imposición de aranceles de represalia contra bienes de Estados Unidos.
«Es justo decir que todos compartimos la misma preocupación de que si se aplica la Sección 232, los países considerarán sus opciones», dijo el subsecretario de Comercio Exterior de México, Juan Carlos Baker, en una entrevista posterior a la reunión de viceministros de Comercio.
Inicialmente, el Departamento de Comercio especificó que la investigación “determinará si las importaciones de automóviles, incluidos Vehículos Utilitarios Deportivos (SUV), camionetas, camiones livianos y piezas de automóviles en los Estados Unidos amenazan con perjudicar la seguridad nacional como se define en la Sección 232”.
Ahora, argumentó, los fabricantes de vehículos de propiedad estadounidense en Estados Unidos representan solo 20% de la investigación y desarrollo global en el sector del automóvil, y los fabricantes de piezas de automóviles estadounidenses representan solo 7% en esa industria.
Según Ross, “hay evidencia que sugiere que, durante décadas, las importaciones han erosionado nuestra industria automotriz nacional. El Departamento de Comercio llevará a cabo una investigación exhaustiva, justa y transparente sobre si tales importaciones están debilitando nuestra economía interna y pueden perjudicar la seguridad nacional”.
Los participantes en la reunión de Ginebra también discutieron sus puntos de vista sobre la reforma de la OMC, que se enfrenta a una serie de amenazas sistémicas que pronto podrían paralizar el organismo de comercio mundial.
El gobierno de Trump ha bloqueado el nombramiento de los panelistas del Órgano de Apelación, lo que pone en peligro la capacidad del Órgano de Apelación de escuchar los casos. El representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer, ha pedido cambios sistémicos en este cuerpo; pero, hasta el momento, Estados Unidos no ha hecho propuestas específicas.
El presidente Trump exige una reorganización de la OMC, diciendo que trata injustamente a Estados Unidos y le da a China ventajas indebidas.
Para forzar la cuestión, ha llevado el sistema de la OMC para resolver las disputas comerciales internacionales al borde del colapso al bloquear el nombramiento de jueces cuando caducan los términos de otros, una situación que diplomáticos y funcionarios comerciales han descrito como “toma de rehenes” y la «asfixia» de la OMC.
