La planta de Volkswagen Puebla quedó fuera de la clasificación de las cinco mayores fábricas de armado de automóviles en América del Norte, mientras que el complejo de Aguascalientes de Nissan se ubicó en la tercera posición, de acuerdo con la publicación Automotive News.

El primer lugar lo obtuvo la planta de Nissan en Smyrna, Tennessee, seguida por la de Fiat en Toledo, Ohio, ambas en Estados Unidos.

La planta de Volkswagen lidero esta clasificación en 2011, 2012 y 2013, para luego descender a la cuarta posición en 2014.

Los productores de vehículos de pasajeros General Motors, Chrysler, Ford, Nissan, Fiat, Renault, Honda, Toyota, VW y Mazda poseen en México una base de fabricación de alrededor de 42 marcas y 500 modelos en 21 plantas de fabricación.

En perspectiva para estas plantas de ensamblaje, Bancomext previó se verán influenciadas negativamente en 2016 por dos efectos en Estados Unidos: se espera que dólar se mantenga fuerte con respecto al resto de las monedas, con lo que las exportaciones de Estados Unidos continuarán a la baja y esto afecta a su producción industrial. Por otro lado, se anticipa que las ventas de autos en ese país continúen débiles; esto debido a la incertidumbre creada por la elecciones presidenciales y un repunte en los precios de los combustibles.

Estos fenómenos económicos internacionales van a tener un impacto negativo sobre el sector automotriz nacional, a través de las exportaciones. Sin embargo, Bancomext proyectó que las ventas internas en México mantengan su tendencia positiva, debido a una baja inflación y el crecimiento en la remesas.

Antes de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el sector petrolero fue históricamente uno de los sectores que más ingresos por divisas captó, además de la importancia que presentaba por su contribución a los ingresos presupuestarios. Sin embargo, con el impulso que recibió la industria automotriz con la firma del Tratado, las exportaciones automotrices superaron en valor a las petroleras.

En la actualidad, la situación por la que transita el sector petrolero ha reducido el nivel de las exportaciones petroleras cediendo ampliamente su lugar a las automotrices, incluyendo las ventas de la industria de autopartes, las cuales, en conjunto, ocupan ahora el primer lugar como fuente de divisas en México.

Según el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP), la industria automotriz se considera como un indicador de referencia del desarrollo industrial de un país y de la situación de su economía, ya que es generador de producción, empleo y divisas.

Las ventas de automóviles y equipos de transporte muestran el dinamismo de la demanda doméstica y dan indicios del nivel del poder adquisitivo y de la confianza de los consumidores de clase media. A su vez, las exportaciones de vehículos representan un parámetro de la competitividad de la industria manufacturera de un país y del desarrollo tecnológico que éste pueda tener.